Fotoblos viaje abus

Estando acá los abuelos se me ha complicado el actualizar el blog, aunque no he de culpalros, sino mas bien que ando bastante vagoneta con este asunto de escribir. No que no tenga ganas, pero quedo medio podrido de usar la compu a la tardecita, y bué, los escasos lectores pagan las consecuencias.

Asi pues, en este solemne acto lo que haré es pegar montones de fotos, y hacer algunos comentarios alusivos a cada una, para que ustedes puedan reconstruir en sus variopintas mentes las historias que mejor les convengan. Ahi vamos:

Ya nos habíamos reunido una vez con francesco, y habíamos quedado en repetir. Asi lo hicimos, y acá lo agarré al chef intentando presionar unos fideos XXL que habíamos comprado hacía un tiempo ya con los abus, pensando en alguna ocasión especial.

Y como ya es usual en este blog, viene el momento del morfi, que es el pináculo de todo encuentro. Buona mangiatta!

Ya después del Spaguetti alle bongole que preparó fran, nos fuimos para Boston (al otro día, para ser mas exactos). La idea era pasear un poco por la ciudad ya que la otra vez que vienieron los abus estuvimos de pasada en auto y de noche. Cómolos sábados hay feria, estacionar era un despelote, y nos tuvimos que rebajar a pagar un estacionamiento. Acá se ve a 3 de los supuestos implicados en el hecho, esperando el ascensor para salir del vil edificio donde reposaba nuestro movil.

Ya pasado el viaje por ascensor (descensor en unestro caso), nos encontramos con la feria, la cual recorrimos un ratillo. Acá lo tenemos al abuelo maravillado por als toneladas de róbalo de las antillas, merluza asturiana, y pulpo en su tinta roja. Nota al pie: l’abu se contuvo y no compró nada.

Ya habiendo paseado por la feria, nos mandamos al Quincy market, ex mercado central de los Bostonianos. Ahi paseamos un rato, vimos las casa de comidas, encontramos un ñoba para aliviar las vejigas, y mientras las chichis miraban porquerías, nosotros nos sentamos a descansar un rato al sol.

Cuando terminó la sesion investigativa de artículos de primera necesidad (alias mirar chucherías), nos sacamos una fotito los cuatro juntos, y salimoscon rumbo norte, que tino nos esperaba supuestamente con un asau.

Acá estamos con los Rago. Se que anduve flojo con las fotos, pero como se ve, me dediqué a chupar, charlar y morfar El abuelo en cambio se tiró un par de fotos «instantáneas», de las cuales pude rescatar esta. Como habrán adivinado, el asado no fué tal, y nos clavamos unos ravioles caseros de muy buena factura. Es decir, segunda pasta en dos días (y la tripa bramaba ya por fibra).

Retornados ya de Boston (se largó a llover con todo a la vuelta, por suerte nuestro auto tiene techo) teníamos planes domingeros desde hacía rato, a saber, juntarnos a comer PASTA! con nuestros gomías mas cercanos, es decir, caro-francisco-fabi-coke y tomy. Acá la vemos a la chef en plena acción de agrandarse frente a la obra terminada: sorrentinos de queso y monja.

Y acá, una vez más, clavándonos el producto del esfuerzo de la chef. El vino no es por vicio, sino que ayuda a que el alimento se desplace mejor cuando comienzan los movimientos peristálticos. Además dicen algunos doctores que una botellita por día ayuda a la circulación.

Sabido es que el parque de Elizabeth nos queda cerquita, y es un lugar precioso para hacerse una sana caminatita. Asi que como tantas otras veces salimos un rato a trotar por ahi y ver como evoluciona el foliaje/floraje primaveral. Esta vez había unos abolritos (derivado del neologismo aboler) con unas fotos rosas preciosas, asi que conminé a los abus a posar para mi cámara, y ahi salieron los dos, muy chocheznos.

El gran viaje dentro del super viaje fué ir a la ciudad del presidente que lo hicieron pomada, a visitar nuevamente a Laura. Juro que no viajo en auto nunca mas para ahi, ya que si Amparo Ochoa dice que no va para Nueva York, yo no voy a Washington. Siempre pasa algo en la ruta, te embotellas en algun lado, y al final terminas tardando nueve horas, o mas. Al menos tengo suerte y la compañía en el auto es de primera. Igual no viajo mas. Encima lo que pasó antes del viaje!!! El auto, que se venía portando como los dioses, recalentó como loco. El asunto fué que salimos a dar una vuelta por Hartford con lso abus mientras caro estaba en el lab, termiando el paseo dejo a los paseantes para que organicen una cena, y voy a buscar a caro al lab. Una vez que llego y estaciono frente a la puerta del hospi, veo que SALE HUMO DEL CAPOT! la gran puta, miro la temperatura, y estaba MUY alta. Abro capot, y no habia fuego, por suerte, sino cagaba fuego, literalmente. Observo unos segundos, cuore in gola, y me apiolo que no era humo, sino vapor que partía de una rajadura en el radiador, que por ser moderno tiene la parte de arriba deplástico. Asi que lo dejamos enfriar, y lo llevamos ahi cerca que hay un mecanico, para que lo vea al otro día (notar que era domingo, y el jueves siguiente viajábamos). El mecanico nos quiso birlar un poco con la mano de obra, asi que me calente y traje el auto a casa para hacer el trabajo yo: cambo de radiador. Me ayudó francisco, que se le anima un poco a la mecánica, asi que por 180 verdes en repuestos lo arreglamos (el mecánico quería facturar 400). Y rogamos un poco por que no hubiera pasado nada mas, afortunadamente así fué. Asi que salimos jueves a eso de las 4 de la tarde, y a las 12 y poco estábamos llegando, con el culo bastante planito. El GPS grabó la ruta, y la pegamos el google earth, para que puedan ver el recorrido (hagan click sobre la foto asi se agranda y ven mas detalle).

Acá estamos en el living de lo de laura, junto con Viviana Novillo, la hija de Poleca, la ex vecina de la abuela alla en la plata. Una persona extremadamente cariñosa, y tanto ella como los abus tenían una alegria desbordante, asi que tuvimos que contagiarnos un poco.

Otro día paseamos por el centro de Bethesda, muy pequeño y pintorezco, buscamos una agendita para la abuela (que nunca encontramos) y miramos flores a rolete. Acá en el cantero frente a una librería, la fuente se las debo, pero les cuento que el abuelo no habia querido entrar a ver las agenditas, y se quedó afuera, asi que se chusmeó la captura de un tipo que se metio a la fuente en patas para afanarse las moneditas que tiró la gente. El moncho, denunciado por una gringa transeunte, fue agarrado por dos canas tamaño NBA que le hicieron devolver las monedas (muchos millones de dolares, a entender del abu) y lo dejaron que siga su camino, eso si, mas livianito de cuerpo.

Acá ya estamos en retirada, pero la vista de esa especie de tranvía me pareció digna de mención. Verán que al abuelo también le interesó el aparato, al extremo que una camioneta que venia por ahi casi lo lleva hasta su garage agarrado del paragolpes.

Bueno, de washington tenia unas fotos de la unica salida que hicimos a una ciudad cercana al mar (annapolis), pero no las achique, y no tengo ganas de hacerlo ahora (vago, ya lo se). Ademas de eso no hicimos mucho mas que estar en la casa, comer y charlar, hasta que el domingo al mediodia emprendimos la retirada. Ya de vuelta en Hartford, un día nos decidimos a pasear por el reservorio de agua, un parque que funciona como reservorio/estacion de bombeo y filtrado, y donde se puede pasear, correr, tomar mate, etc. Nosotros nos limitamos a pasear y tomar mate, y sacar fotos, que no es una labor muy agotadora que digamos. En esta que ven le hicimos caso a la abuela que propuso esa toma para que salgan también los abolers de fondo.

Esta es per codere, pero muestra un poco la cotidaneidad del viaje. Los agarré in fraganti tempranito a la matina. El abu ya había preparado als tostadas, el mate, y estaba ahi esperando que terminemos de despegarnos de la cama. La abuela en cambio roncaba aún, y recién se dió cuenta de la foto hace un rato cuando la vió.

Nos faltaba aún juntarnos con los amigos mexicanos, asi que organizamos una comidita con ellos. Caro prepraró chipá, y ellos trajeron unas tortillas de maiz con salsa y queso que estaban muy buenas. La ensalada es para hacerles creer que comemos sano, pero acá lo desmiento, morfamos porquerías como opíparos!

A que no saben esta donde fué… (por ahi el pato sirirí les da una pista)