Yegaron Losabuelo

Y finalmente llegó el domingo, o más bién el sábado, porque a las 3 de la mañana estábamos saliendo hacia el aeropuerto, primero para dejar a Adriana, quien retornaba a Colombia luego de su año y pico de estadía por estos lares, y segundo para buscar a los abus, que llegaban a las 6 y poquito.

Para variar, el día era una porquería, estaba nublado y amenazaba con llover, cosa que finalmente sucedió. Por suerte cuando los respectivos aviones de interés (Adri y abus) aterrizaron y despegaron, las condiciones meteorológicas eran buenas (supimos luego que muchos vuelos se cancelaron por el tormentón) . El viaje de regreso fue entonces fulero, mucha agua cayendo del cielo, casi como pasó cuando la fuimos a buscar a má, y las rutas en cierto modo anegadas, sobre todo las de salida de Nuova Yiorki. Asi que luego de dos horas y pico, estábamos otra vez en casa, en una puieza, y con los abuelones. Quizás sea redundante decir que nos dieron muchos besos, aunque venían a ritmo lento, como que les costaba aún creer que hace unos días estaban en neuquén y ahora acá, comiendo tocino, huevos fritos y mantequilla de maní con nosotros.

Creo que esta foto es del primer almorfamiento juntos

La primera cena

otras fotos de paseos están por venir, porque el clima del orto este no nos ha permitido aún hacer otras salidas que no sean al supermercado, o al hospicio a llevarla a caro.

Caro aquí a mi lado por unos instantes me dice que comente sobre el nuevo integrante de la familia: beto. El asunto es que Adriana tenía un pecesito, raza beta, al que tuvo que dejar debido a su partida, y lo heredamos nosotros. Es azul, y vive en un frasquito de morondanga, pero se lo ve feliz igual. El nombre vino puesto, y es muy simpático, haciendo juego con el pedigree del animal ictícola.  La foto se las debo.

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